No saber es tan cómodo, te deja en posición de inocente.
Incluso según la biblia, el que no sabe que determinada acción es pecado puede cometerlo sin que tenga que rendir cuentas a diferencia de aquella persona que comete la misma acción teniendo pleno conocimiento que está cometiendo un pecado.
Así pues la ignorancia es el único estado en que uno puede tener la total libertad de criticar y hablar de algo que de todas maneras no conoce.
El que nada sabe, nada teme.
Me siento feliz cuando alguien me trata de ignorante en algún tema, eso quiere decir que al menos en algo no tengo que temer, no obstante poco tardo en volver a la realizad y descubrir que pese a todos mis esfuerzos por no saber, me sorprendo preguntando a la misma persona que con sus palabras puso de manifiesto mi falta de conocimiento. Es gratificante descubrir que pese a que de todas maneras te estará atando las manos, te enseña con el gusto de saber que para la próxima no tendrás la escusa de la ignorancia.
La próxima vez que conozcas a alguien que ignore algo que tú sabes, hazte un favor, chingale la vida. ENSEÑALE...
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